¿Qué es el deus ex machina?

||DEUS EX MACHINA (Y DIABOLUS)

 

Deus ex machina, o apò mekhanês theós, quiere decir «Dios a través de la máquina». Se refiere a un mecanismo de poleas que en los teatros griegos permitía que un personaje apareciese en el escenario como si descendiese desde las alturas.

 «Cuando el desenlace de una obra no resultaba fácil y la situación estaba muy embrollada, se utilizaba la máquina para hacer descender a Zeus, quien era capaz de arreglarlo todo en un momento: «Tú te irás con Fulano», «Tú regresarás a tu patria y no tomarás venganza», «Tú heredarás el reino». Gracias a la intervención del padre de los dioses, el mundo volvía en un instante a estar ordenado, lo que era un alivio para el autor de la obra, que, de este modo, salía fácilmente de cualquier callejón sin salida narrativo».
(Las paradojas del guionista)

 Aristóteles desaprueba en su Poética el recurso fácil al deus ex machina:

 “El desenlace también debe surgir del argumento mismo, y no depender de un artificio de la escena, como en la Medea
                                                             (Poética).

 En la Medea de Eurípides, en efecto, Apolo salva a Medea de una muerte segura enviándole el carro del Sol, en el que huye.

En definitiva, el deus ex machina era un recurso fácil que no nacía de la trama misma, injustificado, una solución improvisada que no era coherente con lo que se había contado hasta entonces.

En la película Adaptation, el gurú del guión Robert McKee (interpretado por Brian Cox) le explica todo esto al guionista Charlie Kauffman (Nicholas Cage):

Adaptation(Spike Jonze, guión de Charlie Kauffman)

  Hoy en día, la expresión deus ex machina se emplea para referirse a un desenlace que no se deduce de manera lógica de la trama, sino que resulta gratuito: aparece un personaje del que no hemos tenido noticia en toda la película; conocemos en el último instante un dato que lo resuelve todo, una carta misteriosa, un parentesco inesperado… De este modo se consigue un desenlace sorprendente, pero no inevitable, y hay que tener en cuenta que uno de los consejos más interesantes para escribir un buen guión es que su desenlace sea sorprendente pero, al mismo tiempo, inevitable. Es decir, que el espectador se lleve una pequeña o gran sorpresa, pero que, al mismo tiempo exclame: «¡Este es el desenlace que tenía que ser!».  Es la paradoja número 19 de mi libro Las paradojas del guionista. Aristóteles también menciona esta paradoja de lo sorprendente e inevitable:

«Tales incidentes tienen el máximo efecto sobre la mente cuando ocurren de manera inesperada y al mismo tiempo se suceden unos a otros; entonces resultan más maravillosos que si ellos acontecieran por sí mismos o por simple casualidad. En efecto, hasta los hechos ocasionales parecen más asombrosos cuando tienen la semejanza de haber sido realizados a designio; así, por ejemplo, la estatua de Mitis en Argos mató al hombre que había causado la muerte de aquél al caer sobre éste en una ceremonia. Hechos de tal tipo no parecen sucesos casuales. Por eso las fábulas de esa clase resultan necesariamente mejores que las otras.»
(Poética, 1452a)

También Horacio dice en su interesantísima Arte Poética(también llamada Epístola a los Pisones) que los dioses no deben intervenir para solucionar el desenlace, excepto cuando sea inevitable:

«Un dios nunca intervenga: excepto que el desenlace requiera juez divino».

En Poderosa Afrodita, una parodia del teatro griego, Woody Allen ofrece un irónico y moderno deus ex machina. Vemos a Linda, una prostituta y actriz porno que quería casarse y llevar una vida normal, pero que ha visto sus sueños rotos al revelar a su novio en qué trabaja. Ahora viaja en su coche sin saber qué va a ser de su vida…

[tube]http://www.youtube.com/watch?v=WRYtgsnjOTY[/tube]

Por otra parte,cuado se usa eldeus ex machina se está olvidando una regla que es también una paradoja:

“Nosotros creamos las leyes, pero también estamos sometidos a ellas (Paradoja nº22).”

El guionista o el novelista son el Dios de su creación, pero no deben olvidar que incluso Dios tiene que seguir sus propias leyes. Los filósofos medievales también discutieron acerca de las limitaciones de Dios. Una de ellas es que no puede hacer que lo que ha sucedido no haya sucedido (como mucho puede hacer que todos olvidemos que ha sucedido); otra es que no puede crear una piedra que él mismo no pueda destruir, o su inverso: que no puede crear una piedra indestructible y después destruirla. Leibniz también decía que Dios estaba sometido a lo que el llamaba el Principio de Razón Suficiente, que se resume en que Dios sólo puede hacer lo mejor.

Cuando el guionista decide no seguir las normas del relato que él mismo ha creado y se saca de la chistera una solución injustificada está, en consecuencia, recurriendo a un deus ex machina. Y en principio no debería recurr a ello.

Sin embargo, siempre hay excepciones, como mostraré en los próximos capítulos de este mini serial.

Continúa en: Dios y el deus ex machina

Lo contrario del deus ex machina es, por supuesto, el diabolus ex machina


NOTA

Algunas de las cosas que cuento aquí, también las digo Las paradojas del guionista, pero he cambiado, añadido y corregido algunos detalles. También he dejado de contar aquí muchas cosas que se cuentan allí.

Al revisar el capítulo que dedico a este asunto en Las paradojas del guionista, he descubierto que la cita que pongo de la Poética de Aristóteles, tiene una tremenda errata: «La mayoría de las narraciones contienen un elemento de sorpresa. Si podemos prever todas las peripecias que componen un argumento, es improbable que el relato mantenga nuestra atención. Por eso las peripecias han de ser inesperadas, pero también sorprendentes.» En vez de «sorprendentes, debería poner «razonables». Espero que el lector advierta este error por el contexto. Por otro lado, no he podido consultar el libro del que tome la cita de la Poética (en principio, la versión editada por Gredos), pero el texto que cito en el libro no parece un texto escrito por Aristóteles, sino una trascripción, o tal vez una aclaración en una nota a pie de página de los editores. Por eso, en esta entrada, he preferido otra traducción más exacta, que he tomado de la versión electrónica de la Universidad de Filosofía Arcis de Santiago de Chile (no se indica el traductor o la edición). Puedes leer el libro entero con este enlace: Poética.

El Arte Poética de Horacio en la traducción de Gerardo ramos, en: Arte Poética.

DEUS EX MACHINA y DIABOLUS EX MACHINA

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