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La alergia al placer de los estoicos
Ese gusto por el dolor y alergia al placer. Ahí puede estar un defecto grande de los que estoicos más estrictos que presumen de aguantarlo todo, indiferentes a todo, y al sufrimiento ajeno también.
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La virgen María y el logos
Agustín solo lo insinúa, pero hay otros autores medievales que lo dicen claramente, el logos entra por la oreja de la Virgen María.
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Cuando el demonio de Sócrates estornuda
«Hay dentro de mí una voz divina (daimónion) que me guía y me advierte lo que no debo hacer»
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La cultura oral frente a la escrita
Este libro lo tendrías que haber firmado tú y luego poner “con una cosita de Plutarco”…
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Un diálogo placentero y estimulante
El libro no cae en la divulgación pop de autoayuda a la que se ha condenado al estoicismo.