Reconciliación en el limbo

No cabe duda de que los muertos son más dóciles que los vivos: no protestan, y hacen lo que sus discípulos quieren que hagan.
El autor de El mandril de Madame Blavatsky señala la ironía de que, una vez muertos, Blavatsky, Ousspensky y Gurdjieff se reconciliaron en el Limbo de los Maestros, algo que no habían conseguido en vida.
Waste Web, aforismos
Los estoicos, atrapados en su metafísica
Para el estoicismo las tres cosas estaban unidas, lógica, metafísica…
Plotino, Plutarco y Epicteto entran en la librería Ontanilla y…
Esta colección es impresionante, porque yo como librera que llevo…
Cuando el demonio de Sócrates estornuda
«Hay dentro de mí una voz divina (daimónion) que me…

