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Coincidencias con Proust
Pu Song Li decía en uno de sus cuentos que no hay nada más delicioso que encontrar en un libro a un personaje o a un autor que opina lo que nosotros. Lo mismo dice Raymond Smullyan en Silencioso Tao. Obtuve esta noche esa deliciosa sensación leyendo a Proust. El narrador de En busca del tiempo perdido desarrolla una idea que, de manera exacta y precisa, coincide con algo que me interesa muchísimo desde hace unos años. Me resultó asombrosa la coincidencia, no porque la idea en sí sea más o menos original, más o menos insólita: sin duda lo han pensado muchos otros además de Proust y yo. Pero…
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Recuerdos de infancia y Feynman
Me han sorprendido algunas coincidencias entre mis aficiones y las de Feynman. La diferencia es que yo solo he pensado algunas de las cosas que él pensó, pero que él, además, las desarrolló de una manera práctica. Me he encontrado como él, y supongo que como muchos otro s niños, ante el problema de tener que apagar un pequeño incendio, consecuencia de jugar con fuego. Siempre me gustó hacer pequeñas fogatas en los ceniceros o en el suelo de mi habitación, aunque mi intención era observar cómo se quemaban los papeles, retorciéndose en la llama, y a veces añadía soldaditos de plástico que se retorcían en un pavoroso incendio en medio…
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Pobrecito mío
“¡Pobrecito mío!”, exclama una vieja mendiga al verme pasar.
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Solo
Concebía el tiempo como algo que se prolongaba indefinidamente, dando ocasión a que se resolvieran todos los asuntos pendientes, todos los amores concertados tácitamente. Quince años después, su sensación era la opuesta: cada vez quedaba menos tiempo y nada había sucedido. Los amores pendientes no se habían cumplido y, lo que era peor, incluso los había olvidado. Estaba solo y se había acostumbrado a ello. Él mismo había decidido asumir, con una rara alegría, esa soledad que se le venía encima. Al principio, es cierto, quiso acercarse de nuevo a los demás, pero terminó por pensar que era preferible no tener pasiones a tener pasiones mediocres. Con el paso de…
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Segundo intento filosófico
…Un año después Transcurrido un año desde la redacción de las lineas anteriores (que quedaron incompletas y que yo no soy quien para continuar), hallándome sin duda ahora en el peor momento de mi vida, al descubrir que la muerte no es sólo un fantasma que se pueda exorcizar diciendo que cuando estamos ella no está y cuando ella está nosotros no estamos, sino, antes al contrario, que es algo casi tangible, pesado y agobiante; hallándome, digo, en tal situación y viendo ante mí esta libreta en blanco, que a tan alto fin parecía destinada, lo único que puedo sentir es indiferencia. Proponerse ser un segundo Descartes es lo mismo…