Fausto, de Goethe
“Devuélveme el impulso sin mesura, la dicha dolorosa en lo profundo, la fuerza de odio y el poder de amor, ¡devuélveme otra vez mi juventud!” (9)
MEFISTOFELES: Parte soy de esa fuerza que pretende siempre lo malo, y siempre hace lo bueno. (40)
FAUSTO: ¡Dame acá la mano!
Si a un instante le digo alguna vez: ¿Detente, eres tan bello!, puedes atarme todo con cadenas; y acepto hundirme entonces de buen grado; puede doblar entonces la campana, y libre quedarás de mi servicio: ¡párese allí el reloj con sus agujas! ¡puede acabar el tiempo para mí! (50)
FAUSTO: Me da envidia hasta el cuerpo del Señor al tocarlo sus labios (97).
FAUSTO: ¡Llénate el corazón con su grandeza, y si tu sentimiento es de ventura llámalo como quieras, amor, felicidad, corazón, Dios! (100).
MEFISTOFELES: El remolino entero quiere alzarse hacia lo alto; tú crees que empujas, y te empujan. (120).
MEFISTOFELES: Al final acabamos dependiendo de aquellas criatura que hemos hecho (207).
MEFISTOFELES: Por la libertad luchan, según dicen; bien mirados, son siervos contra siervos (206).
Johan Wolfgan GOETHE
FAUSTO
Planeta. Barcelona: 1980

