La virgen María y el logos

En la presentación de Cómo escuchar, de Plutarco, tratamos el delicado asunto de cómo fue fecundada la Virgen María, según los teólogos medievales.
JUAN CLAUDIO DE RAMÓN: Piensas en la diferencia que hay entre ver y escuchar. Entre la vista y la audición, y dices algo que también es interesante. Que los griegos ven la verdad y los judíos, en la tradición judeo-cristiana, la escuchan.
DANIEL TUBAU: Al revés, ¿no? Es decir, los griegos…
JUAN CLAUDIO: No, Platón ve…
DANIEL: Ah, sí, pero es sólo Platón… Sí, bueno, tienes razón. Efectivamente. Platón. Sabéis que Platón tiene lo del Mundo de las Ideas y en el Mundo de las Ideas se supone que se ven las ideas. No habla mucho de escuchar las ideas, sino más bien de verlas
JUAN CLAUDIO: La caverna y… es deslumbrado por la luz.
DANIEL: Exacto. Y sin embargo…
PALOMA ORTÍZ: Perdona. La propia palabra idea, que es en latín “ideo”. No es que venga del latín, sabéis que el latín y el griego son lenguas hermanas y es de la misma raíz, porque tú piensas, y piensas en imágenes.
DANIEL: Claro. Pero fijaos que en el cristianismo lo que pasa es que se dice: “Y dijo Dios: hágase la luz”. Dijo “hágase la luz”, y es una palabra que se lanza para que la escuche ¿quien? No está muy claro quien lo escucha, pero está claro que no se dice: “Y pensó Dios”, “Y decidió Dios”. Se dice: “Y dijo Dios”. Dijo una palabra, una palabra sonora. Es el sonido.
Agustín solo lo insinúa, pero hay otros autores medievales que lo dicen claramente, el logos entra por la oreja de la Virgen María. La Virgen María es fecundada por las orejas.
JUAN CLAUDIO: Eso me ha llamado mucho la atención.
DANIEL: Pero lo dice el cristianismo oficial, no es una herejía, ni nada parecido. Pero ¿por dónde si no entra el logo?
PÚBLICO: Hay más sitios…
DANIEL: Es cierto, hay más sitios. Pero la palabra, ¿cómo la captas? La escuchas.
La razón de mi confusión acerca de si para los griegos el conocimiento era ver o escuchar se debió a que en esos días estaba trabajando en un libro relacionado con Sócrates, y con el tema del demon que le aconsejaba. Precisamente había leído uno de los ensayos de Plutarco acerca del demon o demonio de Sócrates, en el que se insistía en que esa criatura hablaba, pero no se la veía, y que el propio Sócrates decía que quienes aseguraban que veían a ese tipo de criaturas eran locos o farsantes. Así que ese sería un ejemplo en contra de esa dicotomía entre ver y escuchar. Pero el tema es muy interesante, y tal vez siga el consejo de Juan Claudio de escribir un ensayo acerca del tema.
Puedes leer aquí la entrada Cuando el demon de Sócrates estornuda
Este libro lo tendrías que haber firmado tú y luego poner “con una cosita de Plutarco”…
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No, no, este libro lo tendrías que haber firmado tú y luego poner “con una cosita de Plutarco”…
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