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El arte moderno visto por Pastecca
Varios dibujos de Pastecca tienen como tema el arte y la arquitectura modernos. Ese era un tema acerca del que hablábamos mucho Iván y yo. Nos gustaron mucho los dos libros que Tom Wolfe dedicó al asunto La palabra pintada (sobre las vanguardias pictóricas) y ¿Quién teme al Bauhaus feroz? (acerca de la arquitectura de la Bauhaus, pero también de Le Corbusier). Nos hacía gracia el papanatismo (como el decía) de los críticos y los artistas contemporáneos, y todas aquellas casas inhabitables en las que los arquitectos modernos hacían vivir a sus clientes. Mucho tiempo después, Iván disfrutó mucho con la lectura de Las aventuras de la vanguardia, de Juan…
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Teorías operacionales o contextuales del significado
En mi opinión, la teoría operacionalista de Wittgenstein es extremadamente débil, pues las palabras, y especialmente todo nombre, a menudo sólo pueden ser utilizadas y comprendidas sin ambigüedad a partir de una definición más o menos estándar. Hay palabras que son entendidas plenamente por todos aquellos que las emplean y que, sin embargo, resultarían incomprensibles a partir de la observación de su uso.
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Pirrón de Elis y la indiferencia ante la muerte
En esta cita conservada por Estobeo se expresa la célebre indiferencia (adiaphora) de Pirrón ante todas las cosas. Algunos estudiosos sugieren que esta doctrina o manera de comportarse en la vida la aprendió del sabio indio Calano, al que conoció durante sus viajes con Alejandro Magno. Christopher Beckwith afirma que Pirrón tradujo al griego tres conceptos básicos del budismo, las marcas de existencia, y que la adiaphora o indiferencia sería la adaptación de la idea de anatta, la impermanencia de todas las cosas. La idea es sugerente, pues se sabe que Pirrón y los filósofos que acompañaron a Alejandro Magno conocieron en la India a unos filósofos desnudos (gimnosofistas), y…
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Carnéades y la alegría del incienso escéptico
«Los incensarios, aunque estén vacíos, guardan por mucho tiempo su aroma»
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Arcesilao: «Sólo sé que no se nada… y ni siquiera eso sé»
Teofrasto se lamentó de la pérdida de tan prometedor discípulo, del que se dice que también se había enamorado: «Que gran discutidor hemos perdido con la marcha de este joven».